Abotonada En Casa Zoofilia Videos
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La cachonda y viciosa chamaquita monta una sesión de zoofilia con su perro y se siente abotonada al animal detrás de su culo. La chica y el perro se quedan pegados culo con culo después de que el animal le clave la verga en su coño. Se ha descontrolado la situación y ahora no puede sacar el rabo gordo de su coño hasta que este no se desinflame.
En casa de mis padres, vivía con ellos y mi hermano dos años mayor Julio. Un día descubrí entre las cosas de Julio, una revista pornográfica, de esas que suelen tener a escondidas los adolescentes de esa edad.
A partir de ese día me dediqué, cuando podía, a hurtar prestada alguna revista de sexo que mi hermano escondía de nosotros en casa, y mis pajas se hicieron prácticamente diarias. Un día conseguí una revista que era muy diferente a las demás.
Mi mamá me preguntó si quería ir, pero como hacía un calor impresionante, desistí de hacerlo y le pedí si podía quedarme en casa. La convencí que era casi una señorita y que podía quedarme sola en la casa. El viaje de mis padres demandaría unas seis horas ida y vuelta, así que con el beneplácito de mis padres me quedé en casa solita.
Ahí me encontraba yo, abotonada al perro de la casa, entregando mi virginidad a Nerón. La confusión era máxima: una hembra humana, virgen, cogida y abotonada a su perro, entregándose al sexo en la forma más primitiva y salvaje.
Yo me quedé quietita, en cuatro patas, apoyando la cabeza contra el suelo, cerrando mis ojos, disfrutando de tal sesión de sexo, mi primer cogida, una cogida animal, la de Nerón la de mi propio perro de la casa. Nerón se echó a mi lado, lamiendo su polla, acariciándola con su lengua.
Me tiré sobre el piso, desnuda, sin virginidad, habiéndome entregado al perro, llena de semen perruno en mis entrañas. Me acaricié, masajeé mis pequeños senos, y Nerón agradeciéndome lamía los restos de su corrida sobre mi concha. Me levanté, saqué a Nerón fuera de la casa, y fui al baño a ducharme. Salí del baño, me acosté en mi cama a descansar de tal tamaño de pija. Me despertó la llegada de mis padres.
Ya habían pasado seis horas desde que se habían ido. Mamá me preguntó cómo me había portado. Yo le dije que bien, pero nadie sabe, solamente ustedes ahora, que ese día, Nerón, el perro de la casa, había desvirgado a la niña de la casa.
Esta es la historia de mi inicio en la sexualidad y en la zoofilia. Desde ese día, cada vez que podía, me entregaba a largas y animales sesiones de sexo con Nerón, mi perro bien picudo y llenando de leche mi concha. 2b1af7f3a8